Regar y mantener correctamente un césped nuevo
Para muchos propietarios de jardines, un césped verde y sano es la pieza central del jardín. Un riego adecuado es especialmente importante para garantizar que un césped recién sembrado se desarrolle de forma óptima. Los céspedes recién sembrados y recién puestos necesitan unos cuidados especiales que difieren significativamente de los de un césped ya establecido.
Riego óptimo de un césped recién sembrado
Al sembrar un césped nuevo, la tierra debe estar ya húmeda. Empiece a regar la tierra unos dos o tres días antes de la siembra para que las semillas de césped puedan germinar en un entorno húmedo. Tras la siembra, es fundamental mantener el suelo uniformemente húmedo para favorecer el crecimiento de las tiernas plántulas.
- Las capas superiores del suelo deben mantenerse constantemente húmedas durante las primeras 3-4 semanas.
- Suele ser necesario regar a diario, a menudo incluso dos o tres veces al día, dependiendo del tiempo. Riegue durante poco tiempo, entre 5 y 10 minutos, para mantener la humedad superficial sin arrastrar las semillas.
- Si las semillas se secan por falta de agua, es posible que tengas que volver a sembrar.
Asegúrate de que la tierra no esté ni demasiado seca ni demasiado húmeda durante esta fase. El encharcamiento puede asfixiar las plántulas y provocar un crecimiento desigual.
Riego del césped recién sembrado
La ventaja del césped en rollo es que se coloca directamente y forma un césped cerrado en poco tiempo. Sin embargo, el césped en rollo también necesita un riego intensivo, sobre todo durante la fase de crecimiento, para que arraigue bien.
- En las dos primeras semanas tras la colocación, el césped debe regarse diariamente con 10-15 litros de agua por metro cuadrado, dependiendo de la temperatura y la luz solar.
- Compruebe regularmente que la capa de base del césped esté húmeda hasta una profundidad de unos 7-10 cm.
- Transcurridos unos 14 días, el riego puede reducirse lentamente a medida que el césped empieza a arraigar en el subsuelo.
Para un riego uniforme, lo mejor es utilizar un aspersor de césped o un sistema de riego que permita que el agua penetre profundamente hasta las raíces.
El césped también requiere un riego intensivo durante la fase de crecimiento.
La hora ideal para regar el césped nuevo
Las primeras horas de la mañana son las mejores para regar el césped. La temperatura del suelo sigue siendo baja entre las 3 y las 6 de la mañana, lo que significa que el agua penetra mejor en el suelo y no se evapora tan rápidamente. Por el contrario, hay que evitar regar por la tarde, ya que el suelo suele estar más caliente y gran parte del agua se evapora antes de llegar a las raíces.
Regar por la noche también puede provocar enfermedades fúngicas, ya que la humedad residual permanece en el césped durante la noche, creando un entorno ideal para los hongos. Por lo tanto, riegue preferentemente por la mañana para garantizar un aprovechamiento óptimo del agua y un césped sano.
Baja tasa de evaporación y bajo riesgo de enfermedades fúngicas: Las horas de la mañana son las mejores para regar un césped recién puesto.
Tenga en cuenta los tipos de suelo a la hora de determinar la cantidad correcta de agua
La cantidad de agua necesaria para el césped nuevo varía en función del tipo de suelo.
Tipos de suelo y necesidades de agua del césped nuevo
El suelo influye significativamente en la cantidad de agua necesaria:
- Los suelos arenosos se secan rápidamente y requieren un riego más frecuente en pequeñas cantidades. Estos suelos deben regarse con frecuencia , brevemente y de forma uniforme para garantizar una humedad constante.
- Lossuelos limosos o arcillosos almacenan el agua durante más tiempo y, por tanto, pueden regarse con menos frecuencia pero más intensamente.
Para el césped fresco en este tipo de suelos, el objetivo es mantener la capa superior del suelo uniformemente húmeda sin crear encharcamientos. Evite regar en exceso:demasiada agua puede dañar las semillas de césped o el césped recién colocado, ya que podrían ser arrastradas por el agua. Un método sencillo de comprobar la cantidad correcta de agua es colocar un pluviómetro o un contador de agua en la manguera del jardín.
Otras herramientas para un riego óptimo
Se recomienda el uso de un sistema de riego para un riego uniforme:
- Aspersores para céspedes grandes
- Manguera de jardín con un aspersor que distribuye gotas finas o una regadera con un accesorio de aspersión
- Sistemas de riego automatizados con control de tiempo
- Sensores de humedad del suelo para un control preciso de la humedad
Para un riego sostenible, puede utilizar agua de lluvia, por ejemplo instalando un barril de lluvia o utilizando una cisterna. El agua de lluvia no contiene cal ni aditivos como el cloro, por lo que es especialmente respetuosa con el césped.
Agua de lluvia para regar el césped
El agua de lluvia es especialmente beneficiosa para regar plantas y césped, ya que es naturalmente blanda y rica en nutrientes. A diferencia del agua del grifo, el agua de lluvia no contiene cal y está libre de aditivos químicos como el cloro o el flúor. A largo plazo, el agua que contiene cal puede provocar cambios en el suelo e incrustaciones que perjudican la vida del suelo y dificultan el crecimiento de las raíces de las plantas. Esto es especialmente importante para los céspedes recién creados, ya que las jóvenes plántulas necesitan un entorno de suelo óptimo para desarrollar raíces fuertes y crecer de manera uniforme.
Filtro de agua de lluvia para agua de riego limpia
Para poder utilizar agua de lluvia limpia para el riego, es aconsejable instalar un filtro de agua de lluvia. Un filtro de bajante, como el colector de agua de lluvia para jardín GRS o el colector de agua de lluvia RS, filtra de forma fiable las hojas y las partículas de suciedad del agua y canaliza el agua de lluvia limpia hacia un barril de lluvia. Para una solución cómoda, estos filtros suelen estar disponibles en conjuntos con un barril de lluvia, como el conjunto de jardín con barril de lluvia de WISY.
Con un filtro de agua de lluvia, el jardín dispone siempre de agua limpia y sin cal, lo que no solo cuida el césped, sino que también ahorra recursos y costes. Un sistema de riego bien diseñado, la cantidad de agua adecuada y las horas del día óptimas contribuyen a mantener el nuevo césped sano y fuerte a largo plazo. De este modo, podrá crear la pieza central de su jardín con un césped bien cuidado y mantenerlo verde y frondoso incluso en los calurosos días de verano.
Si desea obtener más información sobre las ventajas del aprovechamiento del agua de lluvia y los sistemas adecuados, como filtros de bajantes, barriles de agua de lluvia o conjuntos coordinados, estaremos encantados de ayudarle. Póngase en contacto con nosotros y permítanos asesorarle individualmente sobre cómo puede regar su jardín de forma sostenible y eficiente.