¿Qué agua es mejor para las plantas y el jardín?
Las plantas necesitan agua para crecer y mantenerse sanas. Sin embargo, no toda el agua es igual de adecuada para regar plantas y jardines.
Por qué el agua es tan importante para las plantas
El agua es un elemento esencial para las plantas, que la necesitan para crecer y prosperar. Las plantas no pueden sobrevivir sin agua. El agua no sólo sirve como medio de transporte de nutrientes y minerales, sino que también es un componente básico de las células vegetales.
Las plantas absorben el agua a través de las raíces. La falta de agua hace que las plantas se sequen y mueran. Por tanto, es especialmente importante que las plantas reciban agua suficiente con regularidad, sobre todo en las estaciones secas y calurosas. En el jardín, es esencial garantizar que las plantas tengan un suministro de agua adecuado para favorecer su crecimiento y su salud. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que el agua es un bien preciado y debe utilizarse con cuidado.
Agua de lluvia para el riego
El agua de lluvia es una opción excelente para regar las plantas del jardín y las plantas de interior porque no contiene cal. La forma más sencilla de recoger el agua de lluvia es instalar un barril .
Una gran ventaja del agua de lluvia es que es gratuita, por lo que no hay gastos para regar las plantas. También es respetuosa con el medio ambiente, ya que no se utiliza más agua del grifo. Si tienes un barril de lluvia suficientemente grande o, mejor aún, una cisterna subterránea, puedes utilizarlo para salvar periodos secos más largos.
Sin embargo, es importante asegurarse de filtrar el agua de lluvia antes de utilizarla para las plantas de interior o el jardín, para que se mantenga fresca durante el periodo de almacenamiento.
En general, el agua de lluvia es la mejor opción para regar las plantas.
Propiedades del agua de lluvia
El agua de lluvia es una opción excelente para regar las plantas tanto en el jardín como en casa. Estas son algunas de las propiedades más importantes del agua de lluvia:
- Sin cal: el agua de lluvia no contiene cal, lo que es especialmente importante para las plantas sensibles a la cal. La cal puede acumularse en el suelo y perjudicar el crecimiento de las plantas. Este problema puede evitarse utilizando agua de lluvia.
- Agua natural: El agua de lluvia es agua natural y no contiene productos químicos ni aditivos. Por tanto, es respetuoso con el medio ambiente y no daña las plantas ni el suelo.
- No contiene minerales: A diferencia del agua de pozo, el agua de lluvia no contiene minerales. Utilizar agua de pozo para regar las plantas puede provocar la acumulación de minerales en el suelo y afectar al crecimiento de las plantas.
- Sincostes: El agua de lluvia es gratuita y simplemente se puede recoger. No es necesario gastar dinero en comprar agua.
Agua del grifo para las plantas
El agua del grifo es otra opción para regar las plantas del jardín o de casa. He aquí algunas ventajas e inconvenientes del agua del grifo:
Ventajas:
- Disponibilidad: Por lo general, el agua del grifo está disponible en todo momento y no es necesario captarla o recogerla antes.
- Facilidad de uso: es fácil utilizar el agua del grifo para regar las plantas, ya que basta con sacarla del grifo.
- Calidad del agua potable: En la mayoría de los países, el agua del grifo se somete a pruebas y tratamientos de calidad para garantizar que no contiene impurezas nocivas.
Desventajas:
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Contenido de cal: el agua del grifo suele contener cal y otros minerales que pueden acumularse en el suelo. Esto puede perjudicar el crecimiento de las plantas y debe tenerse en cuenta a la hora de regarlas.
A largo plazo, el suelo puede volverse salino e infértil. - Cloro: En algunos países, el agua del grifo se trata con cloro para eliminar las bacterias y otras impurezas. Sin embargo, este cloro también mata las bacterias esenciales del suelo. El agua clorada no debe utilizarse para regar las plantas.
Consejos importantes sobre el tema: Regar las plantas
Cuando se trata de mantener las plantas sanas y prósperas, es esencial contar con un suministro de agua adecuado. Sin embargo, no todas las plantas necesitan la misma cantidad de agua y el suministro de agua adecuado marca la diferencia entre una planta bonita y una enferma.
1. la temperatura adecuada al regar las plantas
La temperatura del agua es un factor importante a la hora de regar las plantas de interior. Lo mejor es regar las plantas de interior con agua a temperatura ambiente. El agua demasiado fría o demasiado caliente puede dañar las raíces y las hojas de las plantas de interior. También debes asegurarte de que el agua sea de buena calidad y no contenga demasiado hierro, ya que el agua que contiene hierro puede ser perjudicial para algunas plantas de interior.
2. no riegue nunca las plantas con agua contaminada
Nunca riegue las plantas con agua contaminada. Los contaminantes del agua de riego pueden ser absorbidos por las plantas y acumularse en los frutos o las hojas. Esto puede acarrear problemas de salud si las plantas se consumen posteriormente. Determinar la cantidad de agua adecuada para tus plantas puede ser todo un reto. Regar demasiado puede ser tan perjudicial como regar poco, ya que las raíces pueden ahogarse y pudrirse. Algunas señales de que se está regando demasiado son las hojas caídas o las puntas de las hojas marrones. También es importante tener en cuenta las necesidades individuales de las plantas, ya que pueden estar contentas si se las rocía con agua de vez en cuando. 3. la cantidad adecuada de agua